Grecia - Lista de peces

Alosa fallax, comúnmente conocido como saboga, es una especie de arenque originaria de Europa. Los adultos viven en el mar y remontan los estuarios solo para reproducirse. Presente en todo el Atlántico Este templado y en otras mares, se enfrenta a desafíos como presas y contaminación costera, mientras que los juveniles se agrupan en los estuarios y cazan cerca de la costa.

Este pez, un habitual de nuestros estanques, es a día de hoy objeto de la pesca deportiva. Existen distintas variedades: carpa de escamas, “carpa de espejo” (escamas grandes) y “carpa de cuero” (piel desnuda). Su alimentación le da a su carne un olor a barro que desaparece tras unos días. Es muy popular en Europa del Este.

La rutilo es un pez muy común en nuestros estanques. La reproducción tiene lugar entre los meses de abril y junio, la hembra puede llegar a poner entre 150.000 y 200.000 huevos sobre vegetación, grava... Su número va en aumento en toda Europa. Aprovecha el calentamiento del agua en las zonas urbanas y la canalización de los cursos de agua.

Este pez es muy conocido en nuestros estanques. La reproducción en esta especie tiene lugar entre los meses de mayo y junio: las hembras pueden llegar a poner hasta 200.000 huevos en la vegetación cercana a las orillas. Este pez puede hibridarse con muchas otras especies que se reproducen al mismo tiempo que él (rutilo, besugo, alburno, etc.).

La reproducción del siluro tiene lugar entre los meses de junio a agosto. La hembra pone cerca de 60.000 huevos grandes en la vegetación, el macho los protege durante 10 días. Originario de Europa del Este, se ha introducido en todos los grandes ríos europeos. En el Mosa, su tamaño puede superar los dos metros de longitud.

Este pez no solo puede competir con la trucha, sino que también puede llegar a alimentarse de sus alevines. La reproducción tiene lugar entre los meses de abril a junio, la hembra pone sus huevos sobre piedras, plantas... Los pescadores aprecian su combatividad pero su carne es poco consumida porque contiene muchas espinas.

Esta especie es particularmente resistente a las variaciones de temperatura, a la falta de oxígeno e incluso a ciertos tipos de contaminación química. Las aletas pélvicas del macho son más grandes que las de la hembra. Contrariamente a la creencia popular, la mucosidad segregada por la piel de la tenca no tiene la capacidad de curar a otras especies de peces.