siluro europeo

El primer tercio del cuerpo del siluro es ancho y robusto, con una cabeza plana y ojos muy pequeños. Destacan 2 barbillones en la mandíbula superior y 4 en la mandíbula inferior. La boca de este pez está llena de numerosos dientes pequeños, que funcionan como un rallador, permitiéndole atrapar y retener a sus presas.

Las aletas pectorales son cortas y de forma redondeada, con una espina rígida, al igual que la aleta dorsal, aunque esta última es más pequeña.

Los dos tercios posteriores del cuerpo se encuentran comprimidos lateralmente y recorridos por la aleta anal, que se extiende hasta la aleta caudal, de tipo homocerca (redondeada, en forma de abanico).

El cuerpo del siluro es oscuro, con tonos pardos que tiran al verde y manchas claras, mientras que el vientre es blanco. Pueden existir variaciones según el ejemplar y su entorno. Existiendo incluso ejemplares albinos, completamente blancos, así como otros conocidos como mandarines, de un tono amarillo-anaranjado. Aunque estas variedades son poco habituales en la naturaleza.

El siluro se muestra activo principalmente de noche y su actividad está intrínsecamente relacionada con la temperatura. En aguas frías (<10°C) este animal permanece generalmente en el fondo en las zonas más profundas, prácticamente sin alimentarse. Sin embargo, cuando el agua supera los 15°C, esta especie se vuelve más activa, momento en el cual suele acercarse a la orilla, en las zonas poco profundas y más cálidas.

Se trata de un carnívoro oportunista, que se alimenta principalmente de peces (carpas, brecas, rutilos, etc.), crustáceos, moluscos (cangrejos, corbículas, anodontas, etc.), e incluso, en ciertas ocasiones de pequeños roedores o algunos ejemplares jóvenes de aves acuáticas. En el Tarn, en Francia, se ha observado a los siluros atacar a las palomas que se acercan a beber en la orilla, como si de orcas se trataran.

La caza tiene lugar principalmente en aguas turbias, en las que apenas necesita su sentido de la vista ya que este animal es extremadamente sensible a los sonidos, a los campos electromagnéticos y a las variaciones de presión generadas por el movimiento de sus presas. Pudiendo además captar señales químicas.

El siluro persigue a su presa hasta que se encuentra lo suficientemente cerca, momento en el que rápidamente abre su amplia boca, creando una depresión que le permite aspirarla y tragarla entera. Este gran depredador es el único que parece haber adaptado su dieta a la presencia de los peces gato, actualmente la especie invasora más preocupante en los ríos europeos.

A pesar de su tamaño, este pez no se excede en su alimentación, una ración diaria representa aproximadamente entre el 1 y el 3% de su peso, por ejemplo un ejemplar de unos 100 kg suele conformarse con una o dos presas grandes al día en fase de plena actividad (verano).

Se ha demostrado que el siluro es capaz de emitir sonidos, probablemente comprimiendo su vejiga natatoria. A día de hoy, la función de estos sonidos es aún desconocida.

Cabe destacar, que esta especie forma las mayores concentraciones de biomasa conocidas en agua dulce. Por razones que aún se desconocen, en algunas ocasiones se producen agrupaciones de decenas de ejemplares, ligeramente por encima del fondo, formando una especie de "gran bola" que gira sobre sí misma.

La madurez sexual en esta especie se alcanza entre los 3 y 4 años en el caso de los machos y entre los 5 y 6 para las hembras.

La reproducción tiene lugar cuando las aguas alcanzan los 18-20°C, es decir, mucho después que la de otros depredadores (lucio, perca...), en aguas muy poco profundas, ya que se calientan de manera más rápida. El macho tras cortejar a la hembra, la rodea con su cuerpo. Momento en el que se depositan los huevos – más de 20,000 por kilo – en una zona previamente despejada, en la que se mantiene únicamente una fina capa de vegetación, a la que se adhieren los huevos. Ambos padres ventilan y vigilan el nido, ahuyentando a cualquier posible intruso. Es en este momento en que pueden tener lugar los poco habituales casos de ataques a humanos: si se camina cerca del nido, el siluro puede atacar para repeler la amenaza. Aún así, las heridas no serán graves debido a sus pequeños dientes.

La eclosión de los huevos ocurre pasados unos días (la duración precisa depende de la temperatura del agua). La fase larvaria puede durar entre 4 y 5 días, durante los cuales el ejemplar permanece fijado al sustrato a través de una papila ventral.

Posteriormente, el juvenil se alimentará de invertebrados. No es hasta que alcanza los 12 cm de longitud, cuando la proporción de peces en su dieta se volverá mayoritaria.