cangrejo herradura

Limulus polyphemus, más comúnmente conocido como "cangrejo herradura" o "cangrejo cacerola", es un artrópodo existente desde hace al menos 450 millones de años, que ha conseguido sobrevivir a diferentes períodos de extinción masivos. En realidad, esta especie se sitúa más cercana a arañas y escorpiones que a los crustáceos, a pesar del sobrenombre de "cangrejo herradura". Esta especie se encuentra hoy en día amenazada por el hombre.

Los cangrejos herradura son capturados en masa con fines comerciales, siendo utilizados principalmente como carnada en las pesquerías de anguilas y buccinos. Estos animales han resultado ser esenciales para la salud pública. Empresas biomédicas extraen de esta especie una sustancia química utilizada para detectar la presencia de endotoxinas patógenas humanas a través de dispositivos médicos inyectables e implantables. Los cangrejos herradura sangrantes son devueltos a la naturaleza, sin tener en cuenta la posibilidad de mortalidad posterior al sangrado. La reciente preocupación debido a esta sobreexplotación ha dado lugar a conflictos entre los pescadores, los conservacionistas que actúan en nombre de las aves zancudas (aves migratorias que dependen de los huevos de esta especie para alimentarse) y las empresas biomédicas.

Los ojos de estos animales contienen una red neuronal que ha proporcionado una gran cantidad de información sobre los procesos fisiológicos de nuestro sistema visual, así como la adaptación a la luz y la inhibición lateral. El cangrejo herradura sigue siendo una especie atractiva en el campo de la investigación de la visión, debido a que se trata de un animal grande y resistente dentro del grupo de los invertebrados, posee unas neuronas retinianas grandes y fácilmente accesibles, su sistema visual es compacto y ha sido ampliamente estudiado.

Los machos presentan un tamaño aproximado de 1/3 del tamaño de las hembras.

Esta especie ha sido documentada desde el estado de Maine hasta Florida. Existiendo también una población en la península de Yucatán, en México. En Canadá, varios especímenes han sido registrados a lo largo de los siglos, aunque parece que no se ha establecido una población reproductora. Además de la costa de América del Norte, los cangrejos herradura se encuentran en diversas islas frente a Florida, Georgia, Alabama, Mississippi y Carolina del Sur.

La especie ha sido observada en el pasado en islas del Caribe, en particular, en Jamaica y Cuba. Sin embargo, no existen poblaciones reproductoras presentes en la actualidad. La especie todavía está presente en varios islotes de las Bahamas.

El cangrejo herradura está amenazado a nivel mundial y fue notificado como vulnerable según la IUCN en 2016. Las razones son muchas, pero se considera como su principal amenaza la sobreexplotación, inicialmente con el fin de fabricar fertilizantes. En la Bahía de Delaware, desde mediados del siglo XIX, se produce una explotación masiva con cosechas de 1 a 5 millones de individuos por año. Actualmente ya no se utiliza como abono, aunque se sigue capturando esta especie para utilizarla como cebo en la pesca de almadraba, en particular para la captura de anguilas y grandes gasterópodos: buccinos.

En Estados Unidos, se establecieron cuotas en la década de 2000, lo que permitió que varias poblaciones se recuperaran o, al menos, se estabilizaran. Actualmente, todavía se capturan entre 600.000 y 750.000 cangrejos herradura americanos cada año, principalmente machos debido a que la explotación de hembras más grandes está sujeta a regulaciones más estrictas.

En México, la recolección de cangrejo herradura es ilegal. Sin embargo, la especie todavía es cazada furtivamente a pequeña escala por los barqueros locales que colocan sus redes en aguas poco profundas, principalmente en la desembocadura de las lagunas, especialmente durante la temporada de reproducción. Aquí nuevamente, los cangrejos herradura se utilizan como cebo para la pesca del pulpo maya.

Estos animales también son apreciados por la industria biomédica debido a las propiedades únicas que le aporta su sangre azul. Este líquido, entre los más caros del mundo, contiene células que reaccionan al contacto con bacterias. Se utiliza para detectar la contaminación de equipos quirúrgicos o de diálisis. La industria estadounidense recolecta aproximadamente el 30% de la sangre de aproximadamente 400.000 cangrejos herradura por año, lo que provoca la muerte del 5% al ​​20% de los individuos. Sus parientes asiáticos parecen aún más amenazados, la industria los vende como alimento una vez que se les ha extraído la sangre.