barbo rubí negro

El conocido como « barbo rubí negro », Pethia nigrofasciata, anteriormente Puntius nigrofasciatus, es un pequeño ciprínido endémico del sur de Sri Lanka. Es originario principalmente de las cuencas de los ríos Kélani y Nilwala. En su hábitat, esta especie frecuenta corrientes de agua clara que fluyen a través de las selvas tropicales, hasta los 300 metros de altitud. Se han introducido poblaciones en Mahaweli y Ginigathena, también en Sri Lanka.

Esta especie, fácil de criar en cautiverio, es popular entre los aficionados a la acuariofilia. Sus poblaciones han disminuido considerablemente en gran parte de su área de distribución debido a la recolección intensiva para el comercio. La exportación de esta especie no está prohibida, y la legislación destinada a regular la exportación de peces de agua dulce en Sri Lanka aún parece tener algunas lagunas. En Europa, los peces disponibles en el comercio de acuariofilia provienen hoy en día de granjas de cría.

Además de los riesgos causados por las capturas, este pez está gravemente amenazado por especies invasoras, en particular la tilapia (Oreochromis mossambicus) y el pleco (Hypostomus plecostomus). Se han reportado muertes ocasionales de peces debido a vertidos de residuos industriales y domésticos.

La deforestación latente provoca el enlodamiento de los lechos de los ríos, lo que degrada o destruye los sitios de anidación y desove. En general, esta especie, sensible a la calidad del agua, parece estar desapareciendo junto con la destrucción de los bosques.

En esta especie, la hembra es de mayor tamaño que el macho, en la etapa adulta. Las hembras presentan un abdomen más abultado que el de los machos y suelen ser más robustas. Esta característica se acentúa durante el período de reproducción.

En contraste, los machos son más esbeltos y presentan colores más intensos, especialmente en el momento del desove.

Esta especie se distribuye de forma limitada en el suroeste de Sri Lanka, estando presente especialmente en las cuencas de los ríos Kélani y Nilwala. Al igual que el barbo cereza, esta especie se encuentra globalmente amenazada por la degradación e incluso la desaparición de su hábitat.

Dos poblaciones han sido introducidas fuera de su área natural, también en Sri Lanka: una en Mahaweli y otra en Ginigathena.

Particularmente amenazado por los grandes proyectos hidroeléctricos, la transformación de las riberas para actividades recreativas y el drenaje de zonas húmedas. Esta especie, sensible a la calidad del agua, también se ve gravemente afectada por todo tipo de contaminación asociada a los entornos acuáticos (agricultura, residuos domésticos, industriales y extracción de piedras preciosas). Las inundaciones repentinas causadas por el cambio climático y la deforestación alteran, a su vez, su entorno. Localmente, los bosques están amenazados por la creación de plantaciones de caucho y té.

Una amenaza importante proviene de la captura para el comercio de acuariofilia. En 2005, al menos 16,000 individuos fueron exportados a no menos de 48 países. Hasta principios de los años 2000, casi todos los barbos de esta especie exportados provenían de la pesca en su hábitat natural. Además de esta amenaza, existen al menos 12 especies exóticas, de las cuales cinco, incluido el tilapia, están catalogadas como problemáticas y altamente invasoras.